Un viejo ermitaño fue invitado cierta vez a visitar la corte del rey mas poderoso de aquella época.
“envidio a un hombre santo como tú, que se contenta con tan poco” comento el soberano.
“yo envidio a vuestra majestad, que se contenta con menos que yo” respondió el ermitaño.
“¿Como puedes decirme eso, cuando todo el país me pertenece?” dijo el rey, ofendido.
“Justamente por eso. Yo tengo la música de las esferas celestes, tengo los ríos y las montañas del mundo entero, tengo la luna y el sol, porque tengo a Dios en mi alma. Vuestra Majestad, sin embargo, solo posee este reino.
Cuento Sufi
¿Qué tienes, cómo defines lo que es tuyo? En un mundo donde el dinero y lo material tienen mucha fuerza, es fácil definirse en función de lo que uno tiene o lo que puede obtener a un nivel muy superficial.
En el camino del Ser, uno llega inmediatamente al reconocimiento del verdadero valor de la vida, reconoce que no carece de nada porque todo esta contenido en uno mismo.
¿Cómo es eso?
La meditación te permite reconectar con tu esencia verdadera que es la sustancia intrínseca existente en todo lo manifestado, no hay separación entre tú y La Vida.
“Cuando contemplo el río, veo mi esencia reflejada en él, cuando contemplo el mundo entero tampoco hay separación ni distinción; el mundo entero está en mí.”
Harmony