“ Un día una madre lleva a su hijo a ver a Gandhi. “Por favor dile a mi hijo que no coma azúcar, a mi no me hace caso!” Gandhi le indica que deben volver dentro de una semana.
Cuando regresan Gandhi se dirige al niño, “No comas azúcar!” La madre le pregunta, “Por que no se lo dijiste la semana pasada? Y Gandhi le responde, “Señora, primero tenia que dejar de tomar azúcar yo mismo.”
Hace poco una alumna de Nayanacharya – La Formación de Profesores me mando este mini cuento que me encanto. Expresa con tanta sencillez una verdad tan obvia pero de que muchas veces olvidamos.
Para los que somos padres el mensaje está claro; ¿Cómo podemos creer que lo que indicamos a los niños es lo correcto, lo sano, lo beneficioso cuando nosotros mismos no lo hacemos? Lo niños siendo sabios e intuitivos responden a lo que ven, lo que perciben en las acciones de sus roles más que sus palabras, porque comprueban una vez tras otra que hay un fallo entre lo que proyectamos como un ideal y lo que perciben en lo manifestado.
De allí nace la disonancia cognitiva – este conflicto interno que nos persigue hasta la edad adulta, este: “no debo fumar (pero fumo), no debo tomar tantos dulces (pero lo hago), debo hacer deporte (pero no lo hago), etc.
…
Pero esta reflexión no es solo para padres, sino también para los profesores de yoga.
El profesor de yoga proyecta un ideal, es un guía para sus alumnos y para honrar el privilegio de encontrarnos en este lugar y obtener la confianza y respeto de los alumnos, la impecabilidad es imprescindible.
Cada palabra, cada gesto y cada pensamiento debe honrar las enseñanzas de los antiguos maestros de nuestro linaje del Yoga, siguiendo las Yamas y Niyamas* en la vida diaria y manteniendo una práctica personal con amor y dedicación.
OM
Gracias, Charo!!!
*Las Yamas y Niyamas (Las Yoga Sutras de Patanjali) son consejos para el yogui en su comportamiento hacia sí mismo y su entorno incluyendo el trato con los demás. No son leyes ni reglas, los yoguis no son dogmáticos, más bien indican que para acelerar el desarrollo personal y espiritual hace falta respetar las leyes naturales del universo. Se trata de elementos que los seres humanos de todas las tradiciones han respetado como ideales o valores que sirven como un timón para navegar en el océano de la vida.