En el Bhagavad Gita, considerada como la obra clásica más importante de las escrituras hindúes, encontramos una afirmación aparentemente contradictoria:

Aquel que encuentra la inacción en la acción y la acción en la inacción es un sabio entre los hombres. Está en el sendero de la unión (yoga) y puede hacer cualquier acto. (IV, 18)

Pero, ¿Es posible actuar mientras que no se está actuando o no actuar cuando se desarrolla alguna acción? Siguiendo las interpretaciones de Gandhi y de Consuelo Martín, el Bhagavad Gita entiende la no acción como la “no búsqueda de los resultados de las obras”, una acción desinteresada, un actuar desapegado que tiene su origen en la comprensión de lo esencial.

Lo importante en la conducta humana, sería, no la obra y sus efectos, sino el lugar de la conciencia desde el que se realiza. La actuación desde el convencimiento, y no por la compulsión de los pensamientos y las emociones personales.

Como dice Gandhi: “saber que ninguna acción proviene de nosotros sino de la conciencia divina”.

De esta manera, los actos brotan del anhelo espontáneo de la vida total, reflejada en un ser temporal. Sin la preocupación por el resultado, la acción fluye espontanea, libre y distendida, movida únicamente por los brazos múltiples y cambiantes de la inteligencia de la vida.

Dice Gandhi : “la acción de alguien realizando un acto, sin pretender ser el hacedor, es un ejemplo de inacción durante la acción. Mientras que la aparente inacción de alguien que externamente no parece actuar, pero está construyendo desde su mente, es en realidad acción”

Así, una obra comienza a ser un paso adelante en el camino hacia la verdad y es libre, cuando es inmotivada, cuando no surge del “yo”, del núcleo separado que crea el pensamiento.

La acción desinteresada es la vía de conocimiento del karma-yoga, del que renuncia a los frutos de la acción.

Su esencia es el desprendimiento, consecuencia de la sabiduría.

Bhagavad Gita, “el canto del señor” en sánscrito. Sus setecientos versos, escritos hacia el 600 a.C., sintetizan las principales filosofías y doctrinas de los vedas, constituyendo no solo un libro de alto valor metafísico, sino que ha sido por siglos manual práctico para el caminar existencial. Personas de diferentes tradiciones han encontrado en él una síntesis acertada de piedad y sabiduría. El Canto ha sido inspiración para religiosos y filósofos para contemplativos y hombres de acción.

** Extraído del Bhagavad Gita, edición de Consuelo Martín, 1997. Editorial Trotta.