La Meditación

La meditación es una practica íntimamente unida al yoga. Es un elemento central de nuestra practica diaria que permite alcanzar paz, salud y bienestar.

La practica de meditación puede comenzar para individuos sin experiencia previa cultivando momentos de silencio y así reencontrar la plenitud que aporta el simple ejercicio de recogimiento en el presente.

A este ejercicio lo llamamos atención plena que es lo mismo que hoy día llaman “Mindfulness” y se aconseja practicarlo durante todos los momentos del día gozando de la belleza del momento.

La misma practica de las posturas (asanas) de yoga es una preparación para la practica de meditación. Permite al practicante centrar la mente y reconectar consigo mismo a través de una consciencia corporal mayor.

Mas adelante cuando hay cierto dominio sobre el cuerpo y la mente se pueden introducir diferentes soportes de meditación que permiten acceder a estados mas sutiles de consciencia. Estas técnicas incluyen observación de la respiración, trazar recorridos energéticos sutiles con la mente, el empleo de visualizaciones, mantra y afirmaciones, y el uso de la Auto-Indagación. Son diferentes soportes que nos han sido transmitidos por diferentes linajes de maestros.

El practicante puede aprender a transcender la mente y conectarse con la fuente original de la existencia. Esta conexión no solamente produce un estado de dicha sino también instala un cambio en su relación con todos los elementos transitorios de la vida cotidiana. La persona puede irradiar la paz que experimenta durante su practica hacia todos los que se encuentren en su presencia.

La meditación para vivir y morir

En la práctica de meditación uno puede experimentar la muerte sin morir. Es por lo tanto una práctica que prepara al individuo para lo único que tendrá que afrontar sin duda en su vida – el abandono del cuerpo físico y de la personalidad. El miedo a la muerte (abhinivesha) es la causa primigénia de todos los otros obstáculos que afrontamos en la vida y causan sufrimiento.

Cuando afrontamos este hecho podemos vivir cada momento con mayor plenitud. El temor existe porque hemos creído que somos el cuerpo que habitamos y nos hemos identificado totalmente con la personalidad que hemos venido moldeando a lo largo de los años.

¿Quienes éramos cuando nacimos, cuando aun no respondíamos a nombre ni genero? ¿Y quienes somos cuando dormimos? ¿Acaso hemos creído que la obra de teatro de la vida es la única realidad? Cuando la practica del silencio, la atención plena y la meditación dan su fruto, ofrece una expansión de percepción donde nace el reconocimiento de la identidad verdadera, la esencia totalmente desligada del cuerpo-mente. Por lo tanto uno puede llegar a superar el miedo a la muerte y disfrutar de la vida de nuevo, como un niño – jugando con todo lo que esta ofrece, desapegado.