En esta época del año donde los medios nos pintan la escena idónea de la familia reunida, la abundancia y el brindis recordamos que para muchos el reencuentro con familiares no es siempre tan armonioso y los roces, los rencores y recuerdos dolorosos se evidencian, algunas veces escondidos bajo la ebriedad del vino y otros veces expresado de forma violenta.
Es una realidad que mucha de la violencia domestica y rupturas de pareja ocurren en este momento del año.
Para los que están en un camino de consciencia y de crecimiento personal es un momento idóneo para observar desde la ecuanimidad, identificar patrones y sus raíces y a través del amor, el perdón y la aceptación poder sanar y evolucionar. Cuando un miembro de la familia elige colocarse en este lugar es como un hilo que se tensa en el tejido familiar; todos están sujetos a su movimiento y les ofrece también una oportunidad de reevaluar su propia visión.
Este tejido familiar es en realidad una parte de nuestro tejido social y la falta de paz en nuestra sociedad se ve reflejada aquí.
Los maestros yoguis nos indican claramente que la paz que anhelamos en el mundo comienza con nosotros mismos, con nuestro entorno y desde luego con nuestros familiares.
La paz no es callarse, sonreír y poner una máscara de indiferencia, no es una paz fingida sino es confrontar y reconocer el conflicto y desde allí reconciliarse con compasión.
Os anímo a aprovechar este periodo para reuniros con la familia desde el amor, la compasión y una visión clara.
Para cerrar el año el miércoles 21 guío un Yagna – una ceremonia Védica con fuego para celebrar el equinoccio y el retorno a la luz del sol a nuestros días.
Para comenzar el año con consciencia guío un mini-retiro de silencio del 2 al 5 de Enero.
También estoy disponible para Spiritual Life sesiónes individuales presenciales y por skype apartir del 7 de Enero.
Con amor y entrega
Harmony