Jala neti, la limpieza de las fosas nasales con agua con sal, es una de las maravillosas técnicas que nos aporta el yoga para purificar nuestro organismo de forma simple y efectiva. Testada durante miles de años, jala neti forma parte de un sofisticado sistema de alrededor de 30 técnicas de purificación corporal, el shatkarma kriya.

La técnica es muy simple. Consiste en vaciar, a través de cada fosa nasal, empezando por la izquierda, agua templada a temperatura corporal con una pequeña concentración de sal (alrededor de un cuarto de cucharadita por cada 250 ml) para hacer la solución isotónica, evitar que el agua penetre en los capilares nasales y prevenir la irritación de las membranas. El proceso se facilita si utilizas un recipiente, el neti o lota en castellano, como el que se muestra en la ilustración y que se encuentra fácilmente en herbolarios y tiendas de alimentación natural.

Inclina la cabeza hacia el lado derecho, apoya la punta de la lota en la fosa nasal izquierda y deja que su contenido se vierta en el interior de la nariz y se expulse a través de la fosa derecha. A continuación, practica en el otro lado.

Puedes percibir inmediatamente los efectos higiénicos de ésta técnica. Mejora la respiración, libera los canales respiratorios de toxinas e impurezas, elimina mucosidad, ayuda a descargar progresivamente los sinus y al estimular las terminaciones nerviosas de la nariz tiene un efecto tonificante sobre el cerebro eficaz para ayudar en estados depresivos, de tensión mental, ansiedad o migrañas.

Se conocen menos sus efectos en el plano energético. Cada fosa nasal está conectada con un canal energético (nadi en sánscrito), ida en la izquierda y pingala en la derecha. La práctica de jala neti ayuda a desobstruir esos canales favoreciendo la fluidez en la circulación de la energía.  Tiene además  un efecto directo sobre ajna chakra, el centro energético situado en la zona de la frente, aclarando y armonizando la mente.

Unos consejos más para hacer tu práctica más agradable. Usa sal de buena calidad, permite que la nariz se seque después de la práctica sonándote repetidamente al tiempo que te inclinas hacia delante y practica preferentemente por la mañana, al levantarte. Cuando usas agua sin cloro (mineral o hervida) la sensación es incluso mejor.

Una técnica inocua, económica y asequible que utilizada dos o tres veces por semana mantiene tu organismo limpio y equilibrado y favorece su sintonía con el cosmos.

Namaste